Saluda a mi primavera.
Debo decir en primer estación que a sido un gusto encontrarme de nuevo con tus putos ojos marrones.
A pasado tanto tiempo desdé aquella vez, me cuesta creer que eres tu la que ahora viene a mi, con la misma propuesta que tu me rechazaste antes.
No sé explicarte como me siento, después de todo este tiempo, pero ahora que me lo mencionas si tengo algunas cosas contarte.
-Invertí mas valentía en dejar que te marcharas que en apostar por ti.
¿Que carajo me costaba intentarlo?
Invertí mas olvido en tu olvido, que en el rencor que te debía porque no fuiste capaz de correr a estos brazos que siempre estuvieron abiertos, para ti.
Y te deje, te deje detrás y te observaba cada paso de reojo solo para confirmar si era real eso que me pediste,
eso de que debía enamorarme de alguien más
porque tu camino era por otro lado y te alejarías.
Después llego alguien como titulo de canción, así como una maldita primavera, y me acogió de la manera mas dulce y suave,
qué podría jurar que el néctar y el polen se guardaban en sus brazos y no en los pétalos.
Y te cumplí, la ame, me enamore de ella como lo hice de ti, pero esta vez eramos dos en sintonía, fonemas prefectos para mezclarse
y fuimos musica en par de segundos.
Ahora solo me queda confesar que dejarte pasar me hizo tan infinitámente bien que la culpa
no cabe en este arrepentimiento creciente,
porque si de algo estoy segura es que podré estar arrepentida de no haberlo echó desde la primera vez que me lo sugeriste,
pero jamás tendré culpas
porque eso cariño, te pertenece a ti.